查看完整案例
收藏
下载
翻译
Tipología:Museo Cultura / Ocio
Material:Cerámico Ladrillo
Fecha:2013 - 2016
Ciudad:Weil am Rhein
País:Alemania
Fotógrafo:Ruedi Walti Christian Flierl
Marca:Vitra
Almacenada bajo una nave industrial, la colección del Vitra Design Museum, una de las colecciones de mobiliario más importantes del mundo, ha permanecido oculta al público durante años. El Schaudepot tiene aspecto de almacén y cumple las funciones de depósito, pero además ahora se exponen en él más de 400 piezas clave de la historia del diseño de mobiliario moderno.
Situado en la esquina suroeste del Campus Vitra, el edificio actúa como una segunda puerta de entrada que genera un nuevo frente hacia la calle y mejora la conexión con las ciudades de Weil am Rhein y Basilea. En el extremo opuesto, se encuentra la VitraHaus —construida por Herzog & de Meuron en 2009— y a lo largo de la calle principal se suceden los diferentes hitos arquitectónicos que durante las últimas décadas han poblado el recinto con diseños de Zaha Hadid, SANAA, Tadao Ando, Álvaro Siza, Nicholas Grimshaw y Renzo Piano, entre otros arquitectos. Sin embargo, este edificio no se concibe como un artificio más, sino que surge de la funcionalidad y de la mímesis con el entorno industrial, en coherencia con el contexto del almacén.
El nuevo volumen adopta la forma de la casa arquetípica y continúa la materialidad de la nave adyacente mediante una envolvente de ladrillos partidos a mano. El carácter artesanal de este proceso hace que cada una de estas piezas cerámicas tenga una forma única, lo que da lugar a una imagen vibrante. Las juntas de mortero —que se retranquean 2,5 centímetros— enfatizan la individualidad de cada ladrillo y aportan profundidad a la textura de la fachada. Esta atención al detalle hace que el edificio se perciba de forma diferente según la distancia: mientras que desde lejos puede parecer una construcción convencional, desde cerca se aprecia la delicadeza de los acabados, en consonancia con la calidad de los diseños que se exponen dentro.
En el interior, la nave principal se mantiene diáfana para dar cabida a diferentes montajes expositivos que pueden reorganizarse de manera flexible. También era importante transmitir que las piezas expuestas son sólo una selección de un catálogo mucho mayor por lo que se barajaron diferentes opciones que hicieran referencia al resto de la colección. La solución consistió en incorporar una gran abertura horizontal en la pared, que comunica visualmente la exposición permanente con el nivel de sótano al que se accede a través de una escalera. Allí, cuatro grandes ventanas ofrecen vistas del almacén donde se guardan las piezas fuera de exposición.