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Tipología:Centro cívico Cultura / Ocio
Fecha:2006 - 2007
Ciudad:Copenhague
País:Dinamarca
Fotógrafo:Vegar Moen
El Centro Comunitario Sjakket se encuentra en la zona noroeste de Copenhague, la más extensa y con mayor población inmigrante de la ciudad. En el barrio conviven edificios residenciales e industriales de antigua construcción y nuevas sedes de empresas, en una densa combinación de usos y grupos sociales. Mediante la reconversión de una antigua fábrica, el centro, gestionado por la asociación Sjakket, ofrece un espacio de refugio y de aprendizaje para los inmigrantes recién llegados a la ciudad. A través del
y el
Sjakket saca de la calle a los llamados ‘héroes del gueto’ y los convierte en modelos a seguir para la generación siguiente.
El proyecto adoptó como criterios principales la conservación de la mayor parte de los edificios existentes —a los que se superpone una arquitectura futurista y de fuerte colorido asociada a los jóvenes—, y el respeto a las estrictas normas de conservación que afectaban a las fachadas exteriores y muros estructurales. El carácter multifuncional del centro se plasma en la utilización diferenciada de las dos grandes naves abovedadas de la antigua fábrica, inicialmente gemelas. Una de ellas se vacía para poder celebrar grandes eventos, conciertos y actividades deportivas; la otra se divide en espacios menores para las actividades del club, la escuela, las oficinas y la práctica del
Las áreas de menor altura situadas en la banda de unión entre ellas se reservan para la cocina, los baños y el almacén del material deportivo. Sobre estos espacios surge una terraza en forma de U que se plantea como un oasis secreto donde los niños pueden jugar y descansar al aire libre. Desde este lugar se accede al estudio de grabación Ghetto Noise, diseñado con la forma de un contenedor y colocado a modo de puente sobre las dos bóvedas. El estudio es el único volumen exterior añadido a la fábrica existente, y se integra en el perfil del barrio evocando los contenedores omnipresentes en el paisaje circundante del puerto de Copenhague.
Los antiguos edificios industriales de la zona se convierten en un soporte para el arte urbano actual, como manifiesta el grafiti conservado en el muro de la parcela. En lugar de eliminarlo, el grafiti se convierte en fuente de inspiración del proyecto. Su combinación de colores, que abarca desde los rojos a los azules, se utiliza para las ventanas y para el contenedor-puente de la cubierta. Así, a través del color se tiende un puente entre los jóvenes de la generación del grafiti y la generación que los está ayudando a integrarse en la sociedad danesa mediante las distintas actividades del centro.