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En el siglo XVII , cansado de escuchar el “tic toc” del reloj por las noches, el Papa Alejandro VII hizo una especial petición: encargó a los hermanos Campani, relojeros de Roma, un marcatiempos de noche que fuera silencioso y fácil de consultar en la oscuridad. ¿El resultado? El primer reloj con indicación errante, una innovación que presentaba la hora en un semicírculo dentro de una ventanilla con los cuartos de hora y estaba iluminada desde el interior.
Este fascinante diseño fue redescubierto por un relojero de Audemars Piguet en 1989, quien después de 18 meses de trabajo presentó el primer reloj de hora errante de la manufactura, bautizado como Starwheel.
Con un origen que apremia la discreción y el silencio, el modelo Code 11.59 by Audemars Piguet Starwheel es una ventana al pasado, pues no solo rescata el histórico sistema de visualización estilo hora errante, sino que lo llena de lujo y elegancia, digno de la calidad de su alta relojería.
La hora errante, creada en el siglo XVII, llegó a algunos relojes de bolsillo. Para siglo XX, se había abandonado por completo este sistema.Cortesía Audemars Piguet.
Líneas arquitectónicas traducidas a relojería
La eliminación de las manecillas exceptuando el segundero es la característica principal que acompaña la danza de la hora errante antigua, la abertura de un medio arco es el escenario por donde un sistema de engranajes y números desfilan bajo la perfecta cadencia de las horas.
Los relojes de bolsillo eventualmente adoptaron la hora errante, hasta que en el siglo XIX terminó por desaparecer del mercado. No fue hasta el año 1991, que un relojero de Audemars Piguet descubre esta sofisticada y enrevesada visualización temporal, la cual se pone en venta bajo el nombre de Starwheel.
En plena continuidad con los modelos de la década de 1990, la nueva función del Starwheel se instala en la caja ultracontemporánea cuyas líneas arquitectónicas resaltan con la indicación de la hora errante. La arquitectura de la caja se refuerza con la superposición de formas geométricas, como el círculo (bisel, fondo y discos del mecanismo) y el octógono redondeado (carrura).
Starwheel es relanzado en oro blanco y cerámica negra, después de más de 30 años de su creación.Cortesía Audemars Piguet.
Starwheel, una pieza de gran diseño
Audemars Piguet apuesta una vez más por Starwheel, un legendario clásico. Creado con una meticulosa construcción de acero en donde tres circunferencias en cerámica negra y grabados de números en blanco bailan al compás del imperturbable tiempo. Estos círculos sustituyen armoniosamente al horario, mientras que un elegante arco cerámico de 180 grados reemplaza al tradicional minutero. El acto final en esta coreografía se lo lleva el oro blanco de 18 quilates que baña la carrura y el corazón mecánico del Starwheel.
Este nuevo lanzamiento hace una declaración —una vez más— de la habilidad de la casa para recuperar tradiciones ancestrales y mantener vivo el importante legado y el saber hacer artesanal en diseños contemporáneos de colección.
La marca sigue en manos de la familia fundadora, con 148 años en el mercado.Cortesía Audemars Piguet.
Conociendo Audemars Piguet
Jules Louis Audemars y Edward Auguste Piguet fundaron en 1875 su icónica y longeva marca Audemars Piguet Holding SA, en la localidad de Le Brassus, Suiza.
La alta relojería, la singularidad y personalidad definen el trabajo que Audemars Piguet ha perfeccionado por más de un siglo. Hoy es una de las pocas empresas manufactureras de relojes que sigue en manos de la familia fundadora, hecho que sobresalta en la calidad y pasión de sus diseños y fabricación.
Los relojes de bolsillo y de muñeca —del cual son los creadores— del siglo XIX, los brazaletes bajo la colección Royal Oak del siglo XX y el Starwheel de la Code 11.59 en pleno siglo XXI son el claro ejemplo de su maestría y presteza en el mundo de la relojería.