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La arquitectura textil lleva mucho más tiempo con nosotros de lo evidente. Estructuras como los tipis, las yurtas o las jaimas son ejemplos claros de la construcción basada en textiles. Así, el diseño del estadio Ahmed Bin Ali está inspirado en una jaima, la característica tienda que los exploradores del desierto árabe suelen montar para protegerse durante sus travesías.
La arquitectura textil, o tensile architecture, es una forma de eregir construcciones que emplea gran parte de materiales tensados, bien sean membranas, láminas, ligas o mallas de cables. Fue usada por primera vez en grandes estructuras durante la construcción del Estadio Olímpico de Múnich por Frei Otto y Günther Behenisch en 1972. Para lograr su propósito de construir “estructuras felices” que emularan los Alpes Suizos, emplearon grandes lonas o membranas textiles en conjunción con postes y cables que les permitieron crear formas sinuosas, aptas para cubrir grandes espacios de manera funcional y ligera.
Gracias a su especialización en “arquitectura ligera”, el despacho mexicano Dunn LWA ganó la licitación ante la FIFA, durante la preparación de la Copa del Mundo 2022, para desarrollar una importante contribución de ingeniería y arquitectura para dos de los estadios mundialistas de Qatar, uno de ellos el famoso Ahmed Bin Ali.
En entrevista con Andrés Villaseñor, general manager y Javier Rattia, director comercial, dos de los cuatro socios de Dunn, pudimos conocer más acerca de su aventura mundialista.
Ligereza y maleabilidad son claves para estructuras a gran escala, como la cubierta del Estadio Ahmed Bin Ali.Cortesía de Dunn LWA
¿Qué hace especial a los arquitectos mexicanos en Qatar?
Trabajo, disciplina, especialización y, por su puesto calidez que se traduce en capacidad de servicio, son algunas de las características que definen el trabajo del equipo de Dunn. El sueño empezó en Brasil (2014), pero no fue sino hasta Rusia (2018) que comenzó a hacerse realidad. De acuerdo con Andrés, gracias a su experiencia en la construcción de otros estadios de futbol y béisbol en México y Centroamérica, tuvieron la capacidad de entrar a la licitación y salir airosos con dos proyectos.
Para el Estadio Ahmed Bin Ali, su participación permitió levantar la fachada interior y la cubierta, que simula las dunas del desierto y las sinuosidades formadas por la arena. Habla Javier: “el Ahmed Bin Ali es el que está más pegado a las dunas del desierto, por eso el tema de las dunas. Nuestra aportación en el Ahmed Bin Ali fue la fachada interior, la cubierta interior, hecha con un material de fibra de vidrio prácticamente transparente que permite que los rayos de luz lleguen directamente a la cancha y no se maltrate el pasto”.
Gracias a su especialización en “arquitectura ligera”, el despacho mexicano Dunn LWA logró ganar la licitación ante la FIFA.Cortesía de Dunn LWA
Una de las características más interesantes del trabajo realizado por Dunn es que la fachada interior se trata de una estructura desmontable que permitirá llevar al estadio del equipo Al-Rayyan, una vez que terminen los partidos, de 40 mil a 20 mil lugares, con el fin de que la estructura creada sea reutilizada en otros proyectos, como instalaciones de arte público.
Lograr la construcción de un estadio portátil requirió de materiales y fabricación especializada, pero también de logística. El material de las “láminas” empleadas fue fabricado en Francia, de ahí hubo que traerlo a México para darle forma y diseño y posteriormente ser llevado a Qatar. A través de moldes, los ingenieros definieron la geometría de las membranas que posteriormente fueron moduladas en el estadio.
Parte muy importante del trabajo que Dunn realiza está en su relación directa con los fabricantes, lo que les ha permitido desarrollar productos completamente novedosos y adaptados a las necesidades de cada proyecto.
Debido a la escala y altura del Estadio Ahmed Bin Ali, equipo especializado en alpinismo trabajó en su construcción.Cortesía de Dunn LWA
Un equipo multidisciplinario, la clave del éxito
Si algo define a Dunn LWA, además de la arquitectura ligera, es su equipo multidisciplinario. La visión arquitectónica, de ingeniería, su talento comercial y el entrenamiento altamente especializado de su equipo de instalación le permiten entender de manera mucho más acertada al cliente, estar acostumbrados a conciliar visiones opuestas y a contribuir desde cada una de sus capacidades para lograr un entendimiento largo y duradero con quienes trabajan.
Su equipo de instalación, al que tuvieron que llevar hasta Qatar y entrenar de manera especial no solo en las nuevas certificaciones de seguridad y habilidades requeridas, sino también en los usos y costumbres del país, se destacó tanto que no solo fueron reconocidos durante la realización del proyecto por su talento, disposición y capacidad de servicio, sino que encontraron nuevos proyectos una vez que el trabajo terminó. “Realmente son unos profesionistas, son unos artistas, que a través de varios cursos aprenden a colgarse. Varios de ellos son alpinistas que buscaban poner en práctica sus habilidades para poder vivir. Así que un trabajo que a alguien más le daría miedo, ellos lo disfrutan al cien”, comenta Andrés.
Una de las características más interesantes del trabajo realizado por Dunn es que la fachada interior se trata de una estructura desmontable que permitirá llevar al estadio de 40 mil a 20 mil lugares con el fin de que la estructura creada sea reutilizada en otros proyectos.Cortesía de Dunn LWA
Nuevos horizontes y proyectos
Acostumbrados al trabajo duro, a soñar y a proyectar en grande, Andrés y Javier coinciden en que la clave de su éxito ha sido no localizar su trabajo, pensar siempre que su campo de acción no se limita al país o la región de la que provienen, sino el mundo entero. Eso les ha permitido crecer y adaptarse rápidamente a las circunstancias y a proyectar su crecimiento sin acotarse a límites preconcebidos.
“Nos sigue el proyecto del Real Madrid, un proyecto de los más importantes a nivel deportivo y vamos a seguir trabajando en proyectos para la NFL que esperamos pronto poder anunciarles”, dice Javier.
Por su parte, Andrés destaca: “el mexicano, cuando se para con otros equipos, crece, se hace grande y da más. Eso es algo que no se limita al futbol, a nivel laboral somos gente muy comprometida, somos gente muy trabajadora y es muy padre ver que puedes estar en una reunión donde están grandes despachos de arquitectos, están los ingenieros más capacitados del mundo y si nosotros tenemos 20 años de experiencia, ellos tienen 40. Estar así al tú por tú, debatiendo, defendiendo posturas, entendiendo, modificando el proyecto hace que realmente te des cuenta de que existe esa posibilidad de crecer y de estar en los mejores lugares y en los mejores proyectos con la capacidad suficiente para estar haciendo los mejores trabajos del mundo.”