马德里中心时尚公寓 | 充满故事的独特设计

Las vajillas que son tendencia esta temporadaCómo decorar con plata: ideas para dar a tu casa un toque únicoPlatos de loza y porcelana pintadas a mano por artistasNunca sabe si serán cinco o veintidós a la mesa. Laura Ponte (Vigo, 1973), cuando ejerce de anfitriona, se entrega a la improvisación, salvo cuando recibe a su madre, de quien dice haber aprendido todo sobre el arte de convertirse en una buena anfitriona. "Me encanta compartir, todo lo haría con gente y por eso mi casa siempre está llena de amigos que van llegando sin saber muy bien qué va ocurrir", nos cuenta.Hace dos años dejó una casa con jardín, al cobijo de un gran árbol, para instalarse en un piso del centro de Madrid. Los recuerdos de vidas pasadas se acumulan sobre muebles que han sobrevivido ya a varias mudanzas. "Mi casa es mi memoria", así define la modelo y diseñadora el particular refugio que comparte con sus dos hijos y donde también ha logrado encajar su trabajo, el taller de su firma de trajes de novia.Cuando uno atraviesa su puerta de entrada, se cuela en un universo cargado de personalidad y cientos de historias y secretos, que sólo ella puede desvelar. Una casa que posee el mismo halo onírico y decadente que guardan las cajas de luz del artista Carlos Díaz de Bustamante, una de las piezas favoritas de su salón.

Las notas y dibujos de sus hijos, lo único que conservaría si tuviera que elegir algo, se cuelan entre infinidad de objetos repartidos de forma caótica, que homenajean a personas y momentos importantes en la vida de la modelo. El retrato clásico de una señora de mirada inquietante que Laura compró en un anticuario de Nueva York, hace ya muchos años, convive con piezas de pintura o escultura llenas de color de jóvenes artistas que revolucionan la escena actual.

Su casa huele a una singular mezcla de velas de Loewe, aromas inspirados por jardines, y a la clásica granada de terracotta de Santa Maria Novella, regalo de su exsuegra, a la que guarda un cariño muy especial. La casa está inundada de flores. Laura reconoce tener debilidad por las flores frescas, pero también por las secas. "Tengo mucha suerte, suelo recibir muchos ramos. Y ese amor que llega en forma de flor me gusta que permanezca en casa por mucho tiempo. Dejo que se sequen y las voy colocando y repartiendo", confiesa la diseñadora.

Su casa, su memoria: Un piso en el centro de Madrid lleno de personalidad, de luz natural y de recuerdos de vidas pasadas, homenaje a personas y momentos especiales en la vida de Laura Ponte. Así es la casa de Laura Ponte.

No le importa cocinar, pero prefiere que sean sus amigos quienes se coloquen el delantal. "Yo me encargo de poner la casa, la mesa y de la lista de la compra, y ellos cocinan. Me divierte mucho", cuenta. Los recuerdos que cuelgan de las paredes de su casa la delatan.

Laura, en la cocina de su casa, con jersey de Masscob y pantalón de Loewe."Para Laura. Un día cenamos curry", se puede leer al pie de una original ilustración de la artista Clara Cebrián que la diseñadora ha colgado cerca de su mesa de comedor, la misma sobre la que empezó a dibujar joyas hace ya algunos años y acostumbra a recibir a sus invitados."Creo que lo que más he cocinado en mi vida son currys, en diferentes versiones. Es algo fácil y suelen tener mucho éxito entre mis amigos. Antes, solía prepararlos en ollas enormes, para que fuera cuál fuese el número de invitados pudiésemos comer", confiesa. Es defensora de los aperitivos largos y contundentes y reconoce que, casi siempre, sus invitados se quedan sin hambre antes de pasar al primer plato."Creo que lo que más he cocinado en mi vida son currys, en diferentes versiones"

Laura, con jersey de Masscob y pantalón de Loewe.Para la decoración de la mesa, su clave es la mezcla. Diferentes colores, formas, tamaños, piezas o tipos de vajillas y cuberterías se fusionan en un mix perfecto. Le gustan las piezas de artesanía, en esas que percibe "tiempo, mimo y amor", como las de su buena amiga Andrea Zarraluqui, en la que siempre confía. Sobre la mesa, muchas velas. "Me gusta la luz tenue y la calidez que aportan", reconoce.

Para las ocasiones especiales, como las reuniones familiares, rescata de sus alacenas piezas singulares a las que guarda especial cariño como los platos de pan de plata o su vajilla de porcelana alemana, regalos de su madre. "Guardo piezas importantes, pero creo que es vital tener una vajilla blanca y básica, que no te comprometa, un fondo de armario para cualquier ocasión", nos cuenta.

Si tuviera que pensar en un menú perfecto para recibir esta primavera, este estaría compuesto de un largo aperitivo a base de quesos, una crema de coliflor, uno de sus currys veganos o una pasta con tomate, burrata y albahaca. De postre, una suculenta tarta de merengue y fresas o fruta de temporada recién cortada. ¿A cuánta gente esperará hoy Laura?