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El antiguo comedor del colegio de las Escolapias de Carabanchel resulta poco funcional. A pesar de contar con una superficie más que suficiente, el modelo de servicio de las comidas (las empleadas se acercan a las mesas de los alumnos para servir) obliga a disponer el mobiliario de forma poco útil, subordinado al paso del carrito con la comida. Además, el centro necesita una sala de profesores, que finalmente se instala al final del antiguo comedor, así como una zona de comedor de profesores separada del comedor de alumnos. También se incorporan al final del pasillo dos aseos y varios lavabos para que los alumnos los utilicen antes de entrar a comer.
Al reducir la superficie dedicada para comedor de alumnos, se opta por un modelo de autoservicio de las comidas. De este modo, se instala el lineal en el extremo oriental de la sala, junto al office, y se facilita la circulación de los alumnos con la disposición de las nuevas mesas. Para no perder la continuidad del espacio, el comedor de alumnos se comunica con el comedor de profesores con una gran cristalera. De igual manera se comunica este último con la sala de profesores.
La imagen renovada del comedor sin duda la aporta el “falso techo” de tubos de colores. Mediante catenarias equidistantes a lo largo de los tres espacios, se consolida esa continuidad en esta planta del edificio. Los cables soportan los tubos de espuma de polietileno de baja densidad. Las luminarias se integran en la catenaria. Se crea un juego de colores en altura concordante con las nuevas sillas en verde, amarillo, rojo y naranja. El techo se pinta de negro, consiguiendo así mayor resalte de los colores, y las columnas y la parte inferior de las paredes de naranja, cuando no cuentan con compacto fenólico del mismo color.
Year 2015
Status Completed works
Type Schools/Institutes / Interior Design