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El óxido cambia constantemente y da belleza a los objetos con los años. Por eso, el principal y único material utilizado para construir esta colección es el hierro que resiste y aguanta su cambiante belleza.
Por: Redacción
Fotos: Nuel Puig
“El hierro siempre ha estado presente en nuestras vidas. Es un material que todos amamos en general porque hemos tenido que tocarlo, usarlo, vivirlo, tenerlo presente de alguna manera. El primer recuerdo de mi vida asociado al hierro puede ser común para muchos: el olor a óxido mezclado con el sudor de la piel que se quedó en su manos después de sostener las cadenas de hierro de los columpios del patio de recreo cuando era niña”, relata la diseñadora valenciana Cristina Omarrementería sobre la creación de esta serie.
“Puede ser natural y familiar para muchos; la combinación de óxido y el olor de la piel, la reacción del hierro con el sudor de manos humanas es una reacción natural muy hermosa. Me enamoré del hierro puro y decidí usar si para esta colección por su fuerza e inteligencia que representa, pero también por su sensibilidad; por su color cambiante que reacciona tan rápidamente al medio ambiente. Es un material que se ve fácilmente afectado por los cambios en la atmósfera y reacciona rápidamente al frío, al calor, al agua, a la sal marina y al viento, y eso lo hace romántico”, explica.
Sin embargo, las piezas de: Escenario Mediterráneo más que románticas son objetos útiles y funcionales, la estructura de malla de hierro remachada con flores representa la fuerza y el romance al mismo tiempo.
Este proyecto es el resultado de una investigación local sobre la tradición de la fundición. Omarrementería enfatiza que ha estado fascinada desde hace mucho tiempo por el trabajo detrás de este material. “Presto mucha atención a las rejas y forjado de hierro de las fachadas de casas antiguas. Formas y texturas que se trabajaron con esfuerzo y que son muy inspiradoras. Observo que hubo una gran tradición de forja en nuestra cultura, es enigmática. Nadie le da importancia a una reja de una ventana o a una puerta de valla forjada de un portal pero hay trabajo manual y una fascinante tradición detrás de ellos”.
Este encanto por el trabajo humano detrás del hierro forjado, por la vieja tendencia junto con la fuerza que el material transmite, es lo que la diseñadora sigue investigando y acercando a la actualidad. “Valencia, mi ciudad natal, y el mar Mediterráneo son siempre mi fuente de inspiración para todos los elementos naturales que se encuentran en el entorno y especialmente por su luz, la luz del Mediterráneo es desde mi punto de vista lo que hace bella la realidad. Trabajar en Valencia es un placer por la alegría de los artesanos locales y el ritmo del trabajo en vivo: intenso pero divertido, apasionado”, concluye la artista.
@cristinaomarrementería