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Desde los años 20, La Manufacture Cogolin se ha dedicado a la producción de tapetes de alta calidad que forman parte de la riqueza y patrimonio histórico de Francia.
Por: Redacción
Fotos: cortesía La Manufacture Cogolin
Establecida en 1924 en un pueblo cerca de Saint-Tropez, La Manufacture Cogolin –adquirida en 1928 por el ingeniero textil y visionario Jean Lauer– es altamente reconocida por la elegancia de sus alfombras de motivos florales y geométricos en alto relieve y por su paleta de colores vibrantes que forman parte de la riqueza y patrimonio histórico de Francia.
Contando con el excepcional saber de grandes artistas de la decoración a lo largo del tiempo, como Jules Leleu, Christian Bérard, Jean-Michel Frank, Sir David Hicks y Jean Cocteau, la marca es garantía de la sostenibilidad del savoir-faire histórico y de excelencia en sus piezas.
Los tapetes de La Manufacture Cogolin se fabrican según requisitos precisos y exigentes, comenzando con los hilos que se hilan en Europa según las especificaciones del taller a partir de materiales de la más alta calidad, como la lana de Nueva Zelandia, el algodón europeo y egipcio, el lino y el yute francés y belga, y la rafia de Madagascar. Los hilados se tiñen luego por encargo en Francia según las especificaciones de cada tapete hecho a medida.
Cabe destacar que cada lote de teñido es controlado en cuanto a su precisión por el personal del taller antes de que los hilos sean entregados de la casa de teñido al taller y que además se realizan controles en cada paso de la producción, donde las repeticiones de los patrones se miden regularmente a lo largo del proceso para asegurarse de su consistencia y normas. La alfombra terminada se mide e inspecciona dos veces para asegurarse de que se ajusta al pedido del cliente antes de ser embalada para su envío.
Por si fuera poco, al preocuparse por el entorno, La Manufacture Cogolin se renovó en 2013 respetando la arquitectura original de los edificios, pero disponiendo los ateliers ahora de un aislamiento óptimo tras la sustitución de todas las ventanas y techos, mientras que la electricidad se actualizó según las exigencias del código actual, lo que ha permitido reducir el consumo de energía y mejorar el confort y la seguridad de los empleados.
El éxito de la marca se ha debido al sumo cuidado de los detalles, a la calidad, la elegancia, pero sobre todo a la personalización, ya que todo proceso de creación comienza con una visita del cliente a la sala de exposición, a la oficina de diseño, o la casa del mismo para elegir un patrón/diseño, materiales, colores y el tamaño de la alfombra, siempre con el asesoramiento de un experto del equipo. Dentro de sus clientes destacados están Karl Lagerfeld y la familia Picasso.
La producción de cada alfombra toma alrededor de entre 10 y 16 semanas donde los clientes a menudo reciben fotos de sus alfombras en el telar para que puedan ser testigos de la excepcional producción. Una vez terminada, cada pieza se entrega con un certificado de autenticidad firmado por el tejedor y por el director general de la compañía.