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Es en el corazón de Manhattan que la actriz de Broadway Betsy Wolfe encontró su nido de ensueño –donde vive con su esposo Adam y su hija Poppy– después de haber visto un anuncio en StreetEasy. Inicialmente, se trataba de dos departamentos que fueron transformados en uno de una superficie de 125 metros cuadrados.
Entramos en el departamento neoyorquino de una actriz de Broadway.Sean Litchfield
Mientras estaba buscando inspiración en revistas de decoración y en las redes sociales, Betsy descubrió una foto de un departamento en Brooklyn que la fascinó inmediatamente. “Era la mezcla perfecta de todo lo que me gustaba”, se acordó. Investigó para saber quien había diseñado el espacio y cuando supo que se trataba de la interiorista Crystal Sinclair, le pidió su ayuda sin ninguna hesitación.
Varias piezas de arte y un espejo de Ballard Designs adornan una de las paredes del espacio de vida principal. El mueble suspendido es de IKEA. Sean Litchfield
La fundadora de Crystal Sinclair Designs se lanzó en un proyecto audaz donde tonalidades vivas y frescas juegan un papel importante. Por ejemplo, usó varios tonos verdes e introdujo toques color melocotón. La idea fue reflejar a través del diseño interior la paleta cromática de las prendas de la dueña.
En la sala, el tapete fue hecho a la medida, el sofá es de CB2, la silla azul es de Dirk van der Kooij, el sillón rosa es de Urban Outfitters y las lámparas son vintage.Sean Litchfield
En la sala amueblada con una silla diseñada por Dirk van der Kooij, un espejo de Ballard Designs y lámparas vintage –entre muchos otros elementos–, el concepto creativo se basó en la temática “rock glamorosa”.
Para los materiales, Crystal Sinclair combinó el latón, zelliges, terciopelo y papeles tapiz con motivos. En cada rincón, se descubren antigüedades y objetos personales de Betsy Wolfe, así como obras de sus artistas favoritos. Piezas caras y otras baratas –de Tom Dixon, Kristjana S Williams Studio, Nur Ceramics, IKEA y CB2, solo por nombrar algunos– crean el perfecto equilibrio en los distintos espacios que despiertan todos los sentidos gracias a una estética sorprendente y sexy donde los contrastes son omnipresentes.
En el comedor, todos los elementos son vintage.Sean Litchfield
Con su look como ningún otro, este departamento neoyorquino demuestra cómo tomar riesgos decorativos se puede volver la receta del éxito.