查看完整案例
收藏
下载
附件
翻译
_Architects: Miguel Crespo Picot, Javier Guzmán Benito, Sixto Marín Martínez y Sixto Martín Aparicio
_Team: Zooco Estudio
_Collaborators: Borja García Lázaro, Daniel Civantos Castilla y Teresa Fernández de Arévalo. ¿Gran casa o pequeño poblado? El centro de las Artes de Verín proporciona la intimidad de una casa y la heterogeneidad de un poblado.
El planteamiento inicial del proyecto surge de un análisis previo de su entorno.
De este análisis sacamos como conclusión que el concello de Verin destaca por la heterogeneidad de sus manzanas que han ido desarrollándose en torno a un núcleo. A pesar de las diferentes formas de sus manzanas, el modo de ocuparlas se repite en un alto número.
Esta ocupación se caracteriza, por muchas edificaciones de pequeño tamaño que se alinean al borde de la parcela, pegándose a la carretera y quedando al interior los espacios comunes, formando así pequeñas comunidades o "poblados" dentro conjunto de Verin. "Poblados" formalmente aleatorios, pero que se han definido por la flexibilidad de sus usos.
Este proyecto es un centro de artes donde se enfatiza el hecho de que sus usos funcionen por separado y todos a la vez correctamente. Con lo que el ejemplo a seguir lo tenemos en el propio esquema anteriormente comentado, donde cada unidad funciona autónomamente al exterior y en conjunto al interior sin interferirse unos a otro.
De esta premisa se genera el concepto inicial de nuestra propuesta. Cada uso del programa requerido por el Ayuntamiento se materializa como una unidad, como un volumen que se alinea al borde de la parcela generando un espacio de convivencia y relación, sin jerarquías, apoyando la idea de pequeña comunidad.
Una vez llegado a este punto, llegamos a la conclusión de que no se pueden obviar las relaciones entre los distintos usos, con lo que respetando el esquema de volúmenes independientes al exterior y espacio común y de relación al interior, los volúmenes se van deslizando según su uso, de manera que aparecen espacios intersticiales.
Se convierte en un lugar de convivencia de diferentes actividades, un lugar muy especial, donde sus unidades funcionan como "casas" independientes y el conjunto como un poblado.
Formalmente el método de diseño es sorprendentemente preciso. El desplazamiento y delicado giro de los volúmenes genera un esquema de apariencia aleatoria pero lleno de relaciones y variantes. Es un lugar definido por su propia flexibilidad, impredecible. Algo involuntario que se ha producido como resultado de las relaciones de sus propios usos.
Entre los volúmenes surgen espacios irregulares a modo de celdas, lugares de diversas escalas que permiten a los usuarios del centro disfrutar de las salas y esconderse a la vez. Al igual que un pequeño poblado, los usuarios del centro interpretan los espacios libremente y los habitan a su antojo. Caminan de un lado a otro, buscan intimidad detrás de una esquina o salen, se dejan ver y se relacionan.
En conclusión, este esquema hace compatibles la separación y la conexión de los usos, generando múltiples centros que interactúan y cambian según el uso de sus ocupantes.
Por su manera de implantarse en la parcela, y la independencia formal de sus usos, es un conjunto fácilmente ampliable o modificable, ya que tanto su apariencia como su correcto funcionamiento no varían.
El aspecto general se completa con "la quinta fachada" del edificio, la cubierta, en este caso formado por cubiertas vegetales.
A pesar de su sencillez constructiva, volúmenes de hormigón y vidrio, posee un sobresaliente carácter representativo sin olvidarse del entorno donde se ubica y relacionándose en escala (tamaño y altura de los volúmenes) con las edificaciones que le rodean.
La utilización de la piedra caliza como revestimiento exterior en los seis cubos es un elemento característico en el proyecto. Se trata de un Granito Gris Alba procedente de Pontevedra.
Constructivamente, la fachada se realiza mediante un muro autoportante de 18cm de espesor y medidas de 150 a 250 cms de largo, altura de 110cm. Estas medidas vienen determinadas por el despiece deseado en la fachada, que mantiene líneas horizontales continuas en todo su desarrollo coincidiendo con la apertura de huecos y accesos.
Los cantos de la piedra son serrados y cara vista, con canales tipo GCHAN 0-20-40 inclinado o similar y con colocación a hueso.
Dados sus valores de conductividad y transmitancia se trata de un buen material desde el punto de vista de ahorro energético. Su sostenibilidad radica además en la posibilidad de reutilización, su inocuidad y en el mínimo consumo de energías primarias para su extracción y fabricación. Su resistencia también es un punto a favor, pues prolonga su durabilidad respecto a otros materiales.
La ‘quinta fachada’ también es una parte característica de la envolvente del edificio. Se trata de una cubierta aljibe, capaz de absorber gran parte de la radiación solar y funcionar como aislante térmico gracias a la vegetación, logrando unas condiciones higrotémicas óptimas en el interior del edificio. Al permitir la acumulación de agua de lluvia, consigue ahorrar recursos para su mantenimiento. Por otro lado, a nivel ambiental colabora en la disminución de la temperatura del aire así como su renovación constante, permitiendo mejorar el edificio no sólo en su interior, sino también en las zonas aledañas.
Respecto a sus accesos, el peatón entraría al edificio por una gran plaza en la esquina en la que confluyen los tres viarios más importantes proyectados por el Plan de Ordenación Urbana. Un camino que continuará por dentro del edifico para potenciar la idea de "poblado".
El último aspecto principal del edificio es su mantenimiento sostenible, tanto por los materiales en su urbanización ya que sólo se proyectarán espacios verdes y pavimentos de materiales reciclados, como por sus instalaciones, permitiendo un ahorro energético y de agua.
Más allá del uso de paneles solares y fotovoltaicos para la generación de energía, y del uso de la piedra como revestimiento – aspecto comentado anteriormente – el edificio es energéticamente eficaz debido a que una cubierta aljibe ajardinada corona todos los espacios de relación entre los volúmenes de piedra. Gracias al reciclaje de las aguas pluviales en el interior de la cubierta ayudamos a mantener la temperatura interior del centro, aportando estabilidad térmica, temperaturas más bajas en verano y más altas en invierno, con el consiguiente ahorro en climatización. Además, esté depósito de agua en superficie mejora el aislamiento acústico del mismo.